Aunque la mayoría de los occidentales están familiarizados con el Holocausto y los crímenes de guerra nazis, menos los occidentales saben mucho sobre los crímenes de guerra cometidos por los militares japoneses en toda Asia, en particular los experimentos médicos llevados a cabo por la Unidad 731.
Los experimentos con seres humanos médica a cargo de la Unidad 731 fue una de las actividades más extremas llevó a cabo por el ejército japonés. Entre ellos someter a los prisioneros de guerra a la guerra bacteriológica, los ensayos de armas, y una impresionante variedad de experimentos de vivisección sin anestesia, así como experimentos en los que parecía simplemente para probar los efectos de diversas maneras los seres humanos podrían morir.
Más de 10.000 víctimas de los informes, han sido objeto de estos experimentos, la mayoría de ellos mujeres chinas y coreanas, e incluyó, niños y bebés.
Después de la rendición de los japoneses, EE.UU. El general Douglas MacArthur concedió la inmunidad a varios de los médicos de 731 a cambio de su investigación. El artículo afirma: "Algunos antiguos miembros de la Unidad 731 se convirtió en parte del sistema médico japonés. Dr. Masaji Kitano llevó la mayor compañía farmacéutica de Japón, la Cruz Verde. Otros se dirigieron las escuelas de medicina respaldado por Estados Unidos o ha trabajado para el Ministerio de Salud japonés. Shiro Ishii se mudó a Maryland para trabajar en la investigación de armas biológicas. "
Mucha de la investigación proporcionada por la Unidad 731 sigue siendo clasificados por el gobierno de EE.UU., basado en la creencia de que podría exponer a los datos que conduzcan al desarrollo de armas biológicas.
En febrero de 2011, comenzaron las excavaciones en el lugar de los 731 ex sede de Tokio, la excavación de los restos de antiguas víctimas. The Economist informa que la prensa japonesa es extrañamente silencioso sobre la excavación, y señala que "Desde el año 2002 los tribunales de Tokio por lo menos reconoció que la Unidad 731 participaron en los experimentos de guerra bacteriológica ... sin embargo, el gobierno nunca ha reconocido la Unidad 731 de atrocidades, incluso después de cráneos y huesos mutilados fueron descubiertos en 1989 unos pocos cientos de metros desde el sitio de excavación ".
Akiko Azumitami documental "Silent Shame" explora por qué muy poco de la Unidad 731 y otras atrocidades de guerra no se discuten hoy en Japón. Se entrevista a personas que han experimentado ambos lados de la guerra y sus atrocidades. Trailer aquí.
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