El cerebro en el banquillo. Los avances en la ciencia del cerebro están poniendo en entredicho la voluntad detrás de muchos actos delictivos. Un neurocientífico líder describe cómo los fundamentos de nuestro sistema de justicia penal están empezando a desmoronarse, y propone un nuevo camino para la ley y el orden.
"Tenemos que algún día puede encontrar que muchos tipos de mala conducta tiene una explicación básica de la biología-como ha sucedido con la esquizofrenia, la epilepsia, la depresión y la manía."
[ Charles Whitman ] solicita en su nota de suicidio que una autopsia para determinar si algo había cambiado en su cerebro, porque sospechaba que tenía.
"Hablé con un médico una vez durante unas dos horas y trató de transmitirle mis temores de que me sentía [superado por] abrumadora impulsos violentos. Después de una sesión no he visto al médico de nuevo, y desde entonces he estado luchando contra mi confusión mental solo, y al parecer fue en vano. "
Whitman cuerpo fue llevado a la morgue, su cráneo fue puesto bajo el hueso vio, y el médico forense levantó el cerebro de su bóveda. Él descubrió que el cerebro de Whitman no estaba seguro de un tumor el diámetro de una moneda. Este tumor, llamado glioblastoma, había florecido desde debajo de una estructura llamada el tálamo, incidió en el hipotálamo, y se comprime una tercera región llamada amígdala. La amígdala está implicada en la regulación emocional, sobre todo del miedo y la agresión. . . . La intuición de Whitman sobre sí mismo-de que algo en su cerebro estaba cambiando su comportamiento fue en el clavo.
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