18 de mayo se celebran dos días significativos en la historia de la mano de obra. El 18 de mayo 1871 los obreros de París, junto con rebeldes de la Guardia Nacional, se apoderó de la ciudad y se puso a re-organizar la sociedad en sus propios intereses sobre la base de los consejos de trabajadores.
Hace noventa años, en mayo de 1921, la mayor base naval de Rusia - Kronstadt - fue el escenario de una sangrienta y brutal batalla. Los civiles y los marineros en Kronstadt se había levantado en rebelión abierta contra el Estado bolchevique encabezado por Lenin y Trotsky. Durante los combates que siguieron, miles de personas murieron, más de 10 000 rebeldes fueron detenidos, muchos ejecutados y enterrados en fosas comunes, otros enviados a campos de concentración en Arkhangelsk, Vologda y Murmansk [1]. De hecho, los rebeldes de Kronstadt sufrió y murió por un conjunto de demandas que habían presentado en la víspera de la rebelión, en el Manifiesto de Petropavlovsk. Estas demandas fueron:
* Elecciones libres y justas a los soviets;
* La libertad de expresión de los trabajadores, los campesinos, los anarquistas y socialistas;
* El libre comercio la actividad sindical;
* Para controlar los campesinos la tierra sin el empleo de mano de obra asalariada.
Estas demandas se ahogaron en la sangre por los bolcheviques y sin ningún sentido de la ironía que celebra el aplastamiento de Kronstadt el 18 de marzo - el 50 º aniversario de la Comuna de París.
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